sábado, 14 de enero de 2012

Bienvenidos a mi blog personal

Hola a todos,

La verdad es que hace tiempo que llevo rondando por mi cabeza la idea de compartir con todos vosotros, mis reflexiones, inquietudes y conocimientos profesionales sobre temas en los que bien he participado, estudiado o analizado en mayor o menor medida, a lo largo de los más de quince de años de experiencia ya acumulados en el apasionante mundo de los servicios jurídicos.

El fenómeno, más o menos reciente de las redes sociales, está modificando muchos hábitos que, poco a poco, van a formar parte del baúl de los recuerdos. Y, claro está, dentro del colectivo profesional, los abogados no nos podemos permitir quedarnos atrás en este sentido. Han pasado ya a la historia, los tiempos en que el abogado, al igual que el médico, se limitaba a colocar su placa y a esperar a los pacientes / clientes.

Hoy en día, en mi opinión, el abogado debe ser un profesional con amplitud de miras, versátil, abierto y con una clara vocación al cliente en todas sus facetas. 

Hasta hace unos pocos años, por poner un ejemplo, en la ciudad de Barcelona, se pronunciaba la palabra "fusión" o "suspensión de pagos" o "expropiación" y se asimilaba, salvando las distancias, entendedme, a un "trasplante de córnea" o algo parecido, que sólo podían llevar a cabo determinados especialistas en exclusiva.

En la actualidad, dichos servicios son prestados con un menor halo de misticismo, debido en gran parte, tanto al mayor número de profesionales del derecho existente como al crecimiento económico (aunque suene raro decirlo ahora) experimentado durante las dos últimas décadas; factor, este último, que ha propiciado un mayor número de operaciones en las que asesorar.

Por ello, el abogado tiene que ofrecer cada día más, un plus o, en terminología clásica, más valor añadido, en la labor de su asesoramiento profesional. Desde mi perspectiva, dicho plus se identifica, en la mayoría de los casos, ya no con aspectos técnicos o con un buen trabajo de asesoramiento sino con otros activos profesionales como la cercanía y proximidad, la capacidad de análisis, rapidez de respuesta y el conocimiento en profundidad de la realidad empresarial del cliente.

Las firmas de servicios jurídicos son simplemente un vehículo para llegar al cliente de forma más sencilla en base a la especialidad jurídica, al tamaño de su staff, etc..., pero no puede ni debe olvidarse que un gran número de empresas y clientes, siguen buscando al profesional o grupo de profesionales de confianza y no al nombre de la firma. Y este hecho se puede constatar fácilmente en la mayoría de grandes empresas que son asesoradas por distintos profesionales, en los que confían, en la búsqueda del mejor servicio jurídico, con independencia de la firma a la que pertenezcan.

Sin pretender extenderme más en esta bienvenida, introducción o prólogo, en homenaje a la exaltación de la excelencia que debe ser la guía de todo abogado, espero que mi blog os resulte de utilidad como guía de interpretación, información, entretenimiento, etc...

Gracias por anticipado

Daniel Aroca
Abogado